Rodillo citizen

El Manchester City, por fin, golea y, lo que es más importante, apabulla al rival con su juego. A través de un estilo imponente y autoritario con un juego directo y vertical, los citizens se han colocado a tan solo una victoria del líder, un Chelsea que sorprendentemente se dejó los tres puntos en Birmingham. Sin embargo, si se analiza la Premier en profundidad, se puede comprobar cómo esa derrota del Chelsea no es tan extraña. Pero eso sería un tema a tratar en otro post distinto.
Lo que sí resultó asombroso fue la derrota del Arsenal. Los pupilos de Arsene Wenger se fueron al descanso con un 2-0 que pudo ser mayor. Ahora bien, todo cambió en estos 15 minutos de parón tras los que el Tottenham dio la vuelta a la tortilla, siempre lanzados por un todoterreno Gareth Bale y por un omnipresente Van der Vaart. Este fue el partido de la jornada en Inglaterra, y no defraudó a nadie. Los dos equipos mantuvieron un altísimo nivel de juego a lo largo de los 90 minutos, y por supuesto, no faltó emoción.

Por su parte, el United logró una holgada victoria con la participación anotadora de Chicharito, que jamás rehuye de su cita con el gol, colocándose co-líder junto al ya citado Chelsea. 

Pero volvamos al City, que con un entrenador tremendamente cuestionado mantiene el pulso al Big Three. Quizás Mancini no sea el técnico adecuado para este City (en mi opinión no lo es) pero está aguantando el chaparrón. Sus chicos son tremendamente disciplinados tácticamente, y arriba, no falta imaginación. Tévez y Silva gozan de libertad máxima, deambulando por los puestos de ataque según les precie. Y eso es determinante ya que su carácter asociativo y su indudable clase impide a los defensas rivales centrarse en un solo objetivo a parar. Aquí, además, aparece Yaya Touré, reconvertido a centrocampista llegador. El marfileño tiene una gran presencia dentro del terreno de juego, siempre juega al primer toque (seguro que este apartado es herencia de Can Barça) y gracias a su envergadura es muy difícil quitarle la pelota. Además, como ya demostró en Barcelona, tiene una gran pegada. Pero Touré juega liberado de cualquier responsabilidad defensiva porque detrás tiene a De Jong, perro de presa a la antigua usanza. El holandés es fundamental como recuperador y, aunque se haya hecho famoso mundialmente por su patada de kárate a Xabi Alonso, es un grandísimo jugador. A estos dos, se les une un Gareth Barry que actúa como líder natural del equipo, aportando tanto en ataque como en defensa (como diría Mou: jugador top). Finalmente, la defensa está bien cubierta, en la que destacan dos jugadores por encima del resto. Uno es el hermano mayor de los Touré, jefe de la zaga por su veteranía; el otro, Kolarov, lateral zurdo con muchísima llegada.
Así pues, el City, con un equipo compacto y con jugadores de grandisíma calidad, se muestra como un serie aspirante a levantar la Premier League este año. No es mala apuesta, se lo aseguro.

El peligro de la relajación

Ni mucho menos tenía intención de hablar sobre un amistoso pasajero al que no tendríamos que haberle dado casi importancia, pero que tras lo sucedido, sí la tiene, y de gran magnitud.
Por segundo amistoso consecutivo España ha caído estrepitosamente. Y no nos debemos excusar en los rivales o en que simplemente eran amistosos. España ha demostrado al mundo, tras proclamarse campeona de forma contundente, que es vulnerable. Pero tenemos un solo rival, y no es otro mas que nosotros mismos. Si queremos somos los mejores, pero parece que se nos han quitado las ganas. Es verdad que la fase de clasificación para la Euro 2012, que es lo que importa ahora, la llevamos bien. Pero estos dos amistosos, contra Argentina y Portugal han cobrado una importancia notable. Hemos sacado a relucir nuestra peor cara, con una apatía y una falta de ilusión preocupantes. 
Si estos jugadores se han cansado de ganar, cosa que no creo en absoluto, el relevo tiene que llegar. Sin embargo esta es una medida exagerada. No hay que dramatizar, aunque tampoco debemos huir del problema. Existe, y debemos erradicarlo cuanto antes. Marchena ha demostrado que se le ha acabado el fuelle, y Domínguez puede ser un buen recambio. Por otro lado, Torres está demostrando, desde hace tiempo por cierto, que no cumple con lo que se le pide, que únicamente es abrirle espacios a Villa. Así que darle el recambio a Llorente es otro de los cambios a realizar. Pero éstos son solo pequeños detalles que no influirían en la esencia del equipo.
De este modo, no hay que cambiar nada a grandes rasgos, pero algo hay que hacer. Estos jugadores necesitan nuevas motivaciones, e igual jugar contra Portugal a mediados de noviembre no es lo mas lógico, pero los Ramos, Xavis, Piqués y compañía tienen que ser conscientes de que ya son campeones del mundo, y que a partir de ahora hay que defender ese título y mantener ese prestigio. Hay que volver a hacer piña, sentirse a gusto jugando con la Selección, y demostrar que este grupo de jugadores sigue teniendo una gran ambición. Nosotros, los aficionados, no les vamos a fallar jamás después de todo lo que nos han dado, sin embargo, por orgullo y honra, La Roja tiene que seguir luchando y jugando al fútbol como lo sabe hacer.

El Estu no se rinde nunca

Tienen que estar contentos los dirigentes del club del Ramiro, y es que tras un inicio parecido al del año pasado (y digo parecido porque este año no ha habido ni lesiones ni Gripes A, aunque el Madrid le haya vuelto a robar a su mejor jugador, varapalo difícil de solucionar), Casimiro ha vuelto a encontrar la tecla para retomar el vuelo y volar bien alto.
En los cinco primeros partidos de la temporada el Estu dio mala, pero que muy mala imagen, desperdiciando incluso una renta de 17 puntos al descanso en Granada. Pero este equipo no se ha rendido nunca, y no lo va a hacer ahora. Siguiendo el lema que preside el Ramiro de Maeztu, que dice eso de "Ramireños, nunca dejéis de luchar", el Estu ha conseguido ganar, y además, ayer, jugando bien.


Germán se sale (aunque ayer no estuvo tan genial como en Málaga), Granger está creciendo a pasos agigantados, Pancho está y estará ahí por siempre, Caner vuelve a repetir los números del año pasado y el resto, poquito a poco, va sumando. Asselin (o Jesulín como se le conoce en la Demencia) tiene que creerse importante y jugar como tal. Welsch y Ellis suman, menos que lo que se esperaba de ellos, pero el partidazo del checo en Málaga ha hecho olvidar su pésimo inicio de campaña. Y los jóvenes, como ayer, tienen que ser el revulsivo. Clark solo necesita minutos (ya lo demostró este verano en el Pre- Europeo siendo el mejor de su selección) y Jaime... Jaime es especial. Es el nuevo niño bonito, al que hay que cuidar y mimar, y dejar que crezca junto a Oliver. Que se lo crea, aunque al chaval, viendo el desparpajo con el que jugó ayer, no creo que le haga mucha falta un ejemplo a seguir. Él tiene que jugar como sabe, que por cierto, es bastante bien.
Con esto, el equipo de la madrileña calle de Serrano tiene que crecer, y si se lo cree, llegar a Copa. Sería bonito y difícil, pero es posible. Hay que creer, tener paciencia y evitar ridículos como el de Granada. Lo que está claro es que el Estu a lo largo de su historia no se ha rendido nunca, no lo ha hecho tras este nuevo 0-5 y no lo hará jamás, y es ahí donde reside su grandeza.

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