Fe

Según la RAE, la fe es un "conjunto de creencias de alguien, de un grupo o de una multitud de personas". La duda que me entra es saber si la RAE considera a 11.000 aficionados alguien, un grupo o una multitud. Lo que está claro es que sea alguien, un grupo o una multitud, el Estudiantes no está solo, ni lo va a estar descienda, desaparezca o se quede en la ACB.

Todos hablan de creer, de seguir luchando, de pelear hasta el final. A decir verdad, mis sentimientos están encontrados. Por un lado me apetece seguir peleando, seguir gritando cada 40 minutos que juega el Estu para que no se sientan solos, para que vean que se les apoya, para que sientan ese respaldo. Pero por otro me dan ganas de rendirme, de mandarlos a la mierda, de cagarme en todos y cada uno de ellos y de hacerles ver que son indignos de este club.

El Estu tiene 64 años de historia, 64 años de alegrías y tristezas, 64 años de sinsabores, de desilusiones y de grandes logros, 64 años de un mismo espíritu, 64 años de una misma filosofía, 64 años de una creencia, una fe que cada vez es más grande pero que de un plumazo se puede terminar. El Estu se está jugando mucho más de lo que algunos creen. Se está jugando su historia.

Junto a Real Madrid, Barcelona y Joventut, el Estudiantes es el único club que no ha descendido nunca de categoría. Ha estado cerca de hacerlo muchas veces, sobre todo hace cuatro años con aquel memorable partido en León.
Si habéis llegado hasta el final del vídeo habréis visto esta frase: "Hay algo que nos hace grandes". Y ese algo es la afición. Pero el problema no es ese, porque la afición del Estu va a seguir ahí siempre. El problema es todo lo demás. Aquel año, en León, la cosa pintaba distinto, el calendario era mejor y la plantilla mostraba otras sensaciones. Este año nada de eso sucede. El calendario es pésimo, las sensaciones peores y los jugadores parecen no saber dónde están. 

Por poner un ejemplo, Carlos Jiménez, el capitán de este equipo, que ha disputado 17 temporadas en la ACB con más de 170 internacionalidades, es un histórico del baloncesto español. Si no le da la gana de sacar esto adelante, se retirará con un descenso a la LEB que marcará el recuerdo de su carrera. 

Aunque sea por puro egoísmo, los jugadores de este Estudiantes que nos ha tocado sufrir deben sacar la situación adelante. La salvación cada vez está más complicada, pero si hay algo que caracteriza a este club y, sobre todo, a su afición, es que gane o pierda, nunca se rinde, nunca deja de animar. 

Estoy convencido de que descienda o no, el Estudiantes va a liar una bien gorda en los siete partidos que le quedan. La pueden liar los jugadores salvando al club en una situación complicada y en la que nadie da un duro por ellos. O la pueden liar los aficionados llenando el Palacio de los Deportes en los duelos directos frente a Obradoiro o Murcia, en el derbi contra el Madrid o en el viaje a Pucela. 

Pero lo que está claro y nadie debe dudar es de que el Estudiantes no es solo un equipo de baloncesto, y que aunque este descienda y/o desaparezca, el sentimiento, que es lo que de verdad implica el término Estudiantes, siempre va a estar en el corazón de sus aficionados.

1 Response to "Fe"

MINI MONI dijo...

Enhorabuena por el artículo. Desde el Templo de Debod, SUSO!!!

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