El Estu se desploma a base de capotazos

Asefa Estudiantes, como su homónimo en el fútbol, el Atlético de Madrid, está al borde del abismo deportivo. Y matizo deportivo ya que económicamente, y aunque el club no tiene un duro, se está saliendo de la ley concursal, y parece que la economía de la entidad tendrá una línea ascendente.

Pero deportivamente, el equipo se va a pique. Ellis, Welsch y Blanch se van, cosa que cualquier aficionado al Estu aplaudiría, a menos que este hecho se produzca al mes de acabar la competición. Ese mes maldito que ha permitido a los cabras de dirección pensar, algo a lo que no están acostumbrados. Y como no lo están, destrozan el equipo. Sí, yo soy el primero que aplaudo el despido de estos tres "jugones", sin embargo, mi preocupación ha llegado cuando he comprobado que a Welsch, por ejemplo, hay que indemnizarle con en torno a 100.000€, ya que tenía un contrato de tres años.
Otro que se va es Oliver. Bueno, se va, si Granger no renueva. Así son las cosas en el Estu. En el Ramiro no se dice adiós, se dice hasta luego, porque si me quedo sin bases, y aunque haga el ridículo, igual tengo que repescarte. Lamentable, sobre todo con un jugador que aunque no sea un dios, ha dado todo lo que tenía. Que se las fumaba al final de cada partido, bien, pero a Oliver no se le puede reprochar nada. Y tiene pinta de que el Estu hará el ridículo ya que Granger, junto a Clark, parece que no van a renovar. Dos jóvenes a los que se ha criado y curtido en la ACB, se van sin poder hacer nada, debido, entre otras cosas, al mal rollo que hay en el club. Que no son jugadores de NBA no hay duda, pero de que al Estu le aportan muchísimo, tampoco. Por cierto, si al final Jayson se queda y se larga a Oliver, habrá que indemnizar con 70.000€ al base catalán.

Por último, omitiendo la salida de Pancho y todas las consecuencias que esta conlleva, se va Casimiro, un entrenador que nos ha dado mucho, pero que nos ha quitado más. A mi juicio, era el año para echarle, pero no como se le ha echado. No puede ser que acabe la temporada, tu jefe te ratifique en el cargo y comience a planificar contigo la próxima temporada, y al día siguiente te eche. Eso no es normal. Alguien tiene que tener algún problema para echar a su entrenador al mes de acabar la temporada cuando le había ratificado en el cargo. Pues su marcha conlleva una indemnización de otros 100.000€. 
Total, que el Estu no tiene dinero para fichar pero sí para echar. 300.000€ que se van del Ramiro con un beneficio cero para el club. Solo dos se quedan seguro (Jaime y Germán) y del resto no se sabe nada. Así, hay que reconstruir un equipo desde cero en el que probablemente lo que se traiga, sin dinero, será del estilo Jiménez, un abuelo del basket cuyos mejores años han pasado hace ya mucho.

Pero hay solución, y es que ese grano en el culo que tiene el Estu tiene, como en el caso del Atleti, nombres y apellidos: José Asensio, director general, y Nacho Azofra, director deportivo. Uno es un sinvergüenza que cada año deja al Estu a la deriva para que comience con un 0-5, y el otro es una leyenda del parqué a la que las oficinas le quedan grandes. Sus capotazos no caben en los despachos, y nadie le respeta en ellos. Así, lo mejor que pueden hacer ambos es salir del Ramiro de la mano, para no volver. Aunque si antes pueden contratar a Pepu, que lo hagan. El mejor entrenador de la historia colegial es el único que puede devolver la ilusión a una afición que ya no confía y que ve cómo aquel que celebraba con capotazos los éxitos de su equipo impide que otros le imiten ahora.

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